Unos días mirando el mar

A estas alturas no hablaré de las bondades de viajar, pero si le unimos el periodo tan especial que estamos viviendo, unos días disfrutando de la costa mediterranea resultan revitalizantes.

Una vez más con cámara en mano...

La luminosidad se une al olor a salitre y la mirada se pierde en un horizonte azul.

Una arquitectura propia y hermosa, el blanco destaca y las originales puertas coloristas de los antiguos pescadores, convierten a cada rincón es especial.

La costa Brava hace honor a su nombre y su escarpado relieve la muestra salvaje con pequeñas calas que hacen las delicias de los adoradores del sol.

Pueblos costeros donde refugiarse del sol en sus hermosas callejuelas.